El día 21 de diciembre se ha presentado la propuesta de convenio para la revitalización del Conjunto Monumental de ‘El Salvador de Úbeda’, entre la Fundación Casa Ducal de Medinaceli y el Ayuntamiento de Úbeda.

Nuestra alcaldesa ha puesto en valor la recuperación del diálogo entre la Fundación Casa Ducal de Medinaceli y este Consistorio, siendo muy importante el papel del  diplomático ubetense Nicolás Berlanga Martínez. También se ha puesto de manifiesto que entre ambas partes hayan “limado” las diferencias que existían entre la Fundación Casa Ducal de Medinaceli y el Ayuntamiento, propiciando un clima de diálogo entre ambas partes.  Esta fantástica noticia va a engrandecer a una figura histórica, que sigue marcando el presente y futuro de nuestra ciudad, como es D. Francisco de los Cobos.

Pero nos vamos a fija en una cuestión que ha sido  muy esperada por parte de todos los ubetenses: la vuelta del “San Juanito” a su casa, a Úbeda y al Salvador. La única pieza de Miguel Angel  en España.

La Fundación que tras la restauración de esta querida pieza de Miguel Ángel, sólo se expusiera en el Museo del Prado y actualmente se conserve en Toledo sin exponerse al público. “La Fundación ha sido honesta con la ciudad, ha respetado su vinculación con Úbeda y, por eso, no ha querido que estuviera expuesto de manera permanente en ningún otro sitio, esperando que vuelva a la ciudad”,  ha manifestado nuestra alcaldesa.

El San Juanito de Úbeda  es una escultura de mármol de 140 x 40 x 43 cm realizada por Miguel Ángel entre 1495 y 1496 para Lorenzo de Pierfrancesco de Médicis.​

Se encontraba junto al retablo mayor de la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda (Jaén), donde fue destruida en julio de 1936, a comienzos de la Guerra Civil Española.

Los catorce fragmentos conservados —aproximadamente un 40 % de la obra original— fueron custodiados en dicha capilla hasta el inicio de su restauración en 1995, incluso tenía parte de la cara quemada.

La restauración de la pieza concluyó en 2013, y ha estado expuesta en diversas galerías italianas hasta su eventual vuelta a Úbeda, pasando por su exhibición en el Museo del Prado de Madrid en 2015.

Historia de una Reconstrucción  

 El “San Juan Bautista Niño ” fue donado por el duque de Florencia, Cosme I De Médeci, a Francisco de los Cobos Secretario del emperador Carlos V, quien la envió primeramente a su villa de Sabiote, y más tarde, tras su muerte, fue llevada a la capilla funeraria del Salvador que mandó construir en su ciudad natal: Úbeda.

Es la única escultura de Miguel Ángel Buonarroti que se conserva en España. Obra de juventud del artista, anterior a otras como La Piedad del Vaticano o los frescos de la Capilla Sixtina.  

Los biógrafos de Miguel Ángel, Vasari y Condivi, narran que al volver de Bolonia a Florencia en 1495 su primer encargo fue una estatua en mármol de un San Giovannino hecha para Lorenzo di Pierfrancesco de Médicis (primo de Lorenzo el Magnífico) que hoy se identifica con esta.

En lugar de seguir el modelo del San Juan Bautista de Donatello (Florencia, Museo del Bargello) como hacían los demás escultores florentinos, Miguel Ángel representó al santo más joven, como un niño de unos 6 o 7 años. Siguiendo el ejemplo de la escultura helenística griega, apoya la pierna izquierda sobre una roca y al doblarla ligeramente crea unas elegantes líneas oblicuas, un recurso estético que el artista utilizaría en diversas obras. Los brazos doblados, la cabeza ligeramente inclinada y el énfasis en el cuerpo desnudo recuerdan modelos de la escultura clásica, tan admirada por Miguel Ángel. Se perciben semejanzas compositivas evidentes entre esta y otras obras del maestro, como el pequeño san Juan Bautista en el cuadro inacabado conocido como la Madonna de Manchester (Londres, National Gallery, 1495-1496) y la escultura de Baco con sátiro del Museo del Bargello (1497-98).

Esta obra, expuesta desde el siglo XVI en la capilla del Salvador en Úbeda (Jaén), fue recuperada hacia 1930 por la historiografía. Desgraciadamente, seis años después, durante la Guerra Civil, sufrió daños gravísimos que dejaron la escultura reducida a unas pocas piezas, quedando únicamente trozos separados y quemados. Es una talla de Miguel Angel una de las dos que hay fuera de Italia

La Fundación Casa Ducal de Medinaceli, propietaria actual de la pieza, encargó su restauración en 1994 a la ciudad de Florencia (Opificio delle Pietre Dure), obra invitada en el Museo Nacional del Prado (Madrid), antes de volver definitivamente a Úbeda el 28 de junio de 2015.

De la escultura original, de 140cm de alto, sólo se pudieron recoger catorce fragmentos, el equivalente al 40% de su volumen original. Para su restauración, se utilizaron métodos novedosos, como el uso del láser para limpiar la superficie negra y abrasada de la cabeza, o la reconstrucción virtual en 3D de la escultura completa basándose en fotografías tomadas poco antes de su destrucción. Una vez montada la estatua con los fragmentos originales de mármol, se integraron las partes perdidas, realizadas con fibra de vidrio y luego estucadas, entonadas con témpera y selladas con cera y barniz.

Después de casi 21 años, se pueden apreciar con gran diferencia las partes originales de las que han sido integradas en la restauración. Dicha restauración se ha llevado a cabo gracias a las fotografías que se conservaban de la escultura, así como también se ha contado con referencias escritas por Giorgio Vasari, artista y biógrafo que relacionaba esta obra con las de juventud de Miguel Ángel.

Esperamos que esta gran obra regrese a casa, y pueda ser apreciada por todos los ubetenses, y todos aquellos que se encuentren en nuestra ciudad. Devolver a nuestro patrimonio como esta obra, hará más grande si cabe  nuestra riqueza y le dotará de más valor y reconocimiento.