Medio millar de personas mayores de 65 años y 25 profesionales residentes en Andalucía van a participar en la evaluación de una serie de herramientas tecnológicas con el objetivo de valorar los beneficios de su uso de cara a la reducción del aislamiento y el fomento de un envejecimiento más activo y saludable. Se trata de una nueva etapa dentro del proyecto europeo PHArA-ON, una iniciativa en la que colabora la Diputación de Jaén junto a más de 40 entidades de una docena de países, entre ellas la Universidad de Jaén, Minsait (Indra) y la Fundación Ageing Lab, coordinadora del piloto andaluz.

“Ante el rápido envejecimiento de la población europea existe una creciente necesidad de desarrollar dispositivos que mejoren la salud y la calidad de vida de nuestras personas mayores, contexto en el que surge este proyecto”, explica la vicepresidenta primera y diputada de Igualdad y Bienestar Social, Francisca Medina, que incide en las posibilidades de estos servicios y herramientas digitales “para facilitar un envejecimiento digno y positivo y favorecer que nuestras personas mayores tengan una vida más autónoma y mucho más segura”.

La Diputación de Jaén se encargará de facilitar la cooperación directa con las personas que decidan participar en el proyecto. Para ello, el consorcio andaluz desplegará una serie de herramientas propuestas dentro de este proyecto e investigará si su uso puede ser beneficioso para reducir el aislamiento y la soledad no deseada, labor en la que participarán estas 500 personas. “Este proyecto es una oportunidad importante para tratar de ver cómo viven esos años las personas mayores, ver cómo la tecnología puede dignificar la vida y evitar que nuestras personas mayores se encuentren solas”, explica Francisca Medina.

De forma concreta, en este proyecto se está trabajando en la integración de diferentes herramientas tecnológicas para ver cómo potenciar su uso de cara a facilitar las relaciones con familias, personas en una situación similar y comunidades. Dentro de las soluciones contempladas se incluyen dispositivos electrónicos, inteligencia artificial y robótica o big data. Estas herramientas podrán facilitar información sobre la salud psicológica y social de los usuarios/as, mejorar su comunicación con el entorno o facilitar el acceso a servicios. Dentro del proyecto se valorará también la facilidad de uso de las plataformas planteadas.

En febrero 2020 se presentó este proyecto, que tiene una duración prevista de cuatro años y que cuenta con un presupuesto global de 21 millones de euros financiados con aportaciones del Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. En su diseño se incluyen seis pilotos para evaluar la implantación de estas tecnologías en otros tantos territorios de cinco países. Andalucía y Murcia son las zonas elegidas para este cometido en España, a las que se suman territorios de Italia, Holanda, Eslovenia y Portugal. Además, también intervienen en esta iniciativa entidades de Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Austria y Estonia.